Un shiba
es un perro arisco y poco afectivo con quien no conoce, es un perro de difícil trato, es un perro que
debes castrar porque tienen un problema de protección de recursos….
Nuestra
respuesta es NO.
En el 80%
de los casos el problema de tu shiba es que ha sido retirado de la impregnación materna prematuramente, ha sido mal manipulado , ha pasado hambre y no ha tenido un proceso de introducción correcto con su familia y mucho menos con los humanos que están para cuidar de su evolución.
Los
criaderos familiares no evitan al 100% algún tipo de problema comportamental, pero los reducen
en gran medida. Explicamos un tipo de cría, que en el caso del shiba es
fundamental y evita graves problemas.
Concepto:
No todos los criaderos son familiares, dado que los criadores familiares
disponen de un pequeño número de hembras; si disponen de camadas de forma continua
no son familiares y no por ello deberemos considerarlos malos criaderos , pero
tienen otras características.
La cría en
familia implica que los padres e hijos viven en casa, con los criadores, no
estando resguardados en parques o jaulas
salvo en caso de organización de tiempo y espacio , por necesidad
puntual en períodos como los celos para evitar situaciones comprometidas y no
deseadas y para mantenimiento de algún
ejemplar no perteneciente de forma habitual a esa familia, como puede ser un
invitado.
Implica el control sistemático de las camadas,
no explotando a las hembras; implica que no se “jubila” a las madres o padres,
sino que permanecen en casa y sólo en el caso de no poder mantenerlos a todos ,
gracias a esa vida de absoluta integración
estrecho vínculo y socialización con el ser humano, se puede gestionar una adopción con el compromiso de asesoramiento y
contacto con la nueva familia.
Implicaciones
éticas:
- No se
cosifica a los pequeños. - El futuro adoptante se asegura de que no
colabora con un trato no ético de los padres de su cachorro; tu futuro cachorro no es fruto de maltrato o
sufrimiento.
- No
colaboras con el tráfico de animales provenientes de granjas de explotación animal.
Implicaciones sanitarias:
- Tu futuro compañero ha nacido en una casa, con perros que
disfrutan de control sanitario y es
vigilado diariamente por sus cuidadores por lo que cualquier cambio en su estado de
salud es rápidamente reconocido.
- Puedes
reclamar directamente así como ir a ver el lugar de nacimiento de tus peques.
Implicaciones etológicas o de comportamiento:
- Tu peque
entra desde el primer momento en contacto con personas, niños, ruidos de la
casa y es acompañado durante todo ese camino por su madre y hermanos.
- La llegada
a tu casa lejos de ser traumática se convierte en una “aventura nueva” pero con
olores y ruidos familiares que les hace sentir seguros.
- Siempre regularán el número de camadas coincidentes para poder atender a todos los bebés de manera óptima.
Inconvenientes:
Debes esperar, pero esto te ahorrara muchos
quebraderos de cabeza, tanto sanitarios como en conducta.
- Comportan un mayor esfuerzo económico, pero remitimos el mismo punto. La razón es que debido al poco número
de camadas y que la atención es individualizada los gastos son muy superiores a
quien dispone de 30 hembras de cría o incluso se dedique a criar muchas razas y
que su objetivo se enfoca al ámbito puramente comercial .
Los
criadores familiares suelen tener otra fuente de ingresos, lo que lejos de ser
un inconveniente es un beneficio puesto
que, a diferencia de la cría enfocada al
aspecto puramente de beneficio económico ,
no tienen la necesidad de explotar a los cachorros o la madre.
De todas
estas consideraciones podemos extraer definitivamente qué si en lugar de querer
un perro, quieres un NUEVO MIEMBRO DE LA FAMILIA, opta por un criadero familiar.
En el caso
de los shibas, la mayor parte de los problemas de comportamiento, incluido
aquellos que aparentemente requieren, según determinados criadores y
veterinarios una castración temprana, suelen ser debido a que no nacen en
entornos familiares, sino en jaulas, o zonas con poco control o vigilancia en la étapa más compleja , o incluso perreras.
Los shibas son originarios de una raza
de tipo primitivo, extremadamente sensibles, inteligentes y emocionalmente expresivos, en la que el contacto diario y constante con estímulos y
personas a edad temprana es fundamental para poder generar un vínculo estrecho y que se mantendrá a lo largo de toda la vida en común con ellos.
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