lunes, 21 de enero de 2019

Cría familiar


    Un shiba es un perro arisco y poco afectivo  con quien no conoce, es un perro de difícil trato, es un perro que debes castrar porque tienen un problema de protección de recursos….
Nuestra respuesta es  NO.
    En el 80% de los casos el problema de tu shiba es que ha sido retirado de la impregnación materna prematuramente, ha sido mal manipulado , ha pasado hambre y no ha tenido un proceso de introducción correcto con su familia y mucho menos con los humanos que están para cuidar de su evolución.
    Los criaderos familiares no evitan al 100% algún tipo de problema comportamental, pero los reducen en gran medida. Explicamos un tipo de cría, que en el caso del shiba es fundamental y evita graves problemas.
    Concepto: No todos los criaderos son familiares, dado que los criadores familiares disponen de un pequeño número de hembras; si disponen de camadas de forma continua no son familiares y no por ello deberemos considerarlos malos criaderos , pero tienen otras características.
    La cría en familia implica que los padres e hijos viven en casa, con los criadores, no estando resguardados en parques o jaulas  salvo en caso de organización de tiempo y espacio , por necesidad puntual en períodos como los celos para evitar situaciones comprometidas y no deseadas  y para mantenimiento de algún ejemplar no perteneciente de forma habitual a esa familia, como puede ser un invitado.
     Implica el control sistemático de las camadas, no explotando a las hembras; implica que no se “jubila” a las madres o padres, sino que permanecen en casa y sólo en el caso de no poder mantenerlos a todos , gracias a esa vida de absoluta integración  estrecho vínculo y socialización con el ser humano,  se puede gestionar una  adopción con el compromiso de asesoramiento y contacto con la nueva familia.
Implicaciones éticas:
    - No se cosifica a los pequeños. - El futuro adoptante se asegura de que no colabora con un trato no ético de los padres de su cachorro; tu futuro cachorro no es fruto de maltrato o sufrimiento.
    - No colaboras con el tráfico de animales provenientes de granjas de explotación animal.
 Implicaciones sanitarias:
     - Tu futuro compañero  ha nacido en una casa, con perros que disfrutan de control sanitario  y es vigilado diariamente por sus cuidadores por lo que cualquier cambio en su estado de salud es rápidamente reconocido.
    - Puedes reclamar directamente así como ir a ver el lugar de nacimiento de tus peques.
 Implicaciones etológicas o de comportamiento:
    - Tu peque entra desde el primer momento en contacto con personas, niños, ruidos de la casa y es acompañado durante todo ese camino por su madre y hermanos.
    - La llegada a tu casa lejos de ser traumática se convierte en una “aventura nueva” pero con olores y ruidos familiares que les hace sentir seguros.
     - Siempre regularán el número de camadas coincidentes para poder atender a todos los bebés de manera óptima.
 Inconvenientes:
     Debes esperar, pero esto te ahorrara muchos quebraderos de cabeza, tanto sanitarios como en conducta.
    - Comportan un mayor esfuerzo económico, pero remitimos el mismo punto. La razón es que debido al poco número de camadas y que la atención es individualizada los gastos son muy superiores a quien dispone de 30 hembras de cría o incluso se dedique a criar muchas razas y que su objetivo se enfoca al ámbito puramente comercial .
    Los criadores familiares suelen tener otra fuente de ingresos, lo que lejos de ser un inconveniente es un beneficio  puesto que,  a diferencia de la cría enfocada al aspecto puramente de beneficio económico ,  no tienen la necesidad de explotar a los cachorros o la madre.
    De todas estas consideraciones podemos extraer definitivamente qué si en lugar de querer un perro, quieres un NUEVO MIEMBRO DE LA FAMILIA, opta por un  criadero familiar.
    En el caso de los shibas, la mayor parte de los problemas de comportamiento, incluido aquellos que aparentemente requieren, según determinados criadores y veterinarios una castración temprana, suelen ser debido a que no nacen en entornos familiares, sino en jaulas, o zonas con poco control o vigilancia en la étapa más compleja , o incluso perreras.
     Los shibas son originarios de  una raza de tipo primitivo, extremadamente sensibles, inteligentes  y emocionalmente expresivos,  en la que el contacto diario y constante con estímulos y personas a edad temprana es fundamental para poder generar un vínculo estrecho y que se mantendrá a lo largo de toda la vida en común con ellos.

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