jueves, 11 de abril de 2019

ORIENTACIONES GENERALES A LA HORA DE BUSCAR UN CRIADOR




    Ante el interés de numerosas personas  preguntando sobre criadores o sitios de confianza donde comprar un Shiba inu, creemos importante disponer de una serie de orientaciones generales de lectura recomendada.
 
    Nuestro perro va a pasar cerca de 15 años a nuestro lado y por ello merece la pena dedicar un tiempo a informarnos sobre el lugar en el que vamos a adquirirlo. Aquí detallaremos algunas pautas básicas a tener en cuenta a la hora de decidirnos.

Infórmate sobre la raza y sé consciente de sus necesidades
 
    De igual forma que insistimos en una cría responsable, abogamos por una tenencia responsable. Un perro es un ser vivo que precisa de atenciones y sacrificios: necesita ejercitarse, relacionarse, ser tratado cuando necesite cuidados veterinarios, ser correctamente cuidado cuando envejezca, etc.
 
    Además el Shiba inu es una raza con un temperamento especial. Todos los que tenemos uno los adoramos, pero no dejan de tener un carácter un tanto peculiar que puede no agradar a quien lo compra meramente por su aspecto de pequeño zorro. Insistimos en leer, informarse y formarse adecuadamente para conocer bien la raza y al perro como ser vivo antes de lanzarse a la aventura de incorporar un nuevo miembro a la familia.
   Una buena fuente de información será sin duda la de los criadores con experiencia y conocimiento de la raza.
 
Descarta criaderos multiraza y tiendas:  
 
    Hay algunos criadores responsables que con el paso del tiempo se han ido interesando en otras razas, pero normalmente esto surge de forma natural, como una pasión, con esta apreciación queremos diferenciar al criador pasional que decide añadir alguna raza más a las que inicialmente dedicó su atención de las  granjas en las que tienen una pareja de cada raza o que te ofrecen los cachorros por encargo y disponen de cachorros todos los días del año.
 
    Un criador responsable estudia la raza en profundidad y trata de conservarla y mejorarla. Estos centros de cría no aportan nada a la raza, se limitan a repetir los mismos cruces una y otra vez, con el único objetivo de vender.
 
    Piensa que cuantas más razas ofrezcan, menos conocen sus particularidades y lo más probable es que sean meros intermediarios de perros importados de fábricas de cachorros, criados en pésimas condiciones tales como madres sobreexplotadas que no conocen otra vida que parir una y otra vez en una jaula e hijos que son separados muy tempranamente de su madre. Todo ello deriva en cachorros que llegan a nuestro país con problemas inmunológicos y de socialización, con cartillas falsificadas porque no tienen la edad mínima para viajar (muchos suelen morir en el trayecto), sin ningún tipo de selección, sea por tipicidad, carácter y, por supuesto, con una garantía inexistente ante problemas de salud.

    Ten en cuenta también que comprar en estos establecimientos contribuye a que esta cruel         industria siga adelante.
 
    Los anuncios que plagan las páginas de anuncios de Internet tampoco suelen ser muy fiables. Normalmente se trata de timos o, de nuevo, de tiendas y granjas de cachorros. No te fíes de anuncios que utilizan frases como “excelente morfología y genética”, “máxima seriedad” o “somos criadores y ofrecemos garantía de por vida”. Es extremadamente raro que un criador realmente serio y responsable se publicite en páginas de anuncios. 
 

Conoce al criador y, si es posible, sus instalaciones y reproductores personalmente antes de reservar tu cachorro:   
 
    En un criadero es muy importante la higiene, el espacio del que disfrutan los perros y las condiciones en las que estos se encuentran. Y obviamente, al estar hablando de una raza, debemos prestar atención a la tipicidad de los ejemplares. Infórmate sobre cómo funciona el criador, cómo elige sus cruces, qué aporta a la raza y cómo cría y socializa a sus cachorros.
 
    El criador debe facilitarte información sobre sus reproductores y su forma de trabajar sin problemas. Si se niegan a enseñarte sus instalaciones o a los padres, sencillamente dirígete a otro que te lo muestre sin ningún inconveniente.
 
    Aunque ningún cachorro está absolutamente libre de sufrir a lo largo de su vida alguna enfermedad o dolencia puntual, será absolutamente importante saber que el criador responsable  realiza algunas pruebas de salud, tanto morfológicas (placa de cadera, de codo, reconocimiento de luxación de rótula...) como genéticas ( Gangliosidiosis, Mielopatía degenerativa, test de ADN, etc )  En general, es importante saber si el criador se preocupa por la salud de la raza y cría con ejemplares sanos y equilibrados. Un criador que se precie no dudará en mostrarte  las pruebas de salud de todos y cada uno de sus ejemplares; si no es así, reflexiona.
 
    A un criador le cuesta mucho esfuerzo tanto económico como en tiempo llegar a  introducir líneas de sangre con toda la tipicidad propia de la raza. Una buena línea de sangre es la base de un buen criador, pues influirá directamente en la salud, la belleza y el carácter de sus cachorros. Esto, entre otros factores, justifica el precio de un cachorro de un criador serio.
 
    Un factor que es síntoma de malas prácticas en la cría es la constante repetición de cruces consanguíneos (entre padre e hija, hermanos, etc.). La excesiva consanguinidad deriva en un acervo genético pobre, lo que se traduce en una alta probabilidad de problemas de salud.
   
    Las sociedades caninas nacionales y sobre todo la FCI (Federación Cinológica Internacional) recomiendan  evitar este tipo de cruces en sus estrategias para la cría.
 
Documentación:  
 
     Es necesario que el criador, en el momento de entrega del cachorro (con al menos dos meses e identificado con microchip), te facilite la cartilla veterinaria  con las vacunas correspondientes a su edad y el pasaporte europeo. Un criador responsable te ofrecerá también su asesoramiento de por vida del cachorro. Una tienda o granja los trata como simple mercancía y una vez salen de su establecimiento “no son su problema”.
 
    Además de la documentación detallada el criador inscribirá los cachorros en el LOE para certificar el pedigrí de los mismos en la Real Sociedad Canina de España. 
 
    Muchas personas no conocen la importancia del pedigrí. Esto es el árbol genealógico de nuestro perro, el registro de sus antepasados que asegura su pureza como raza. También nos habla del trabajo del criador. Normalmente el pedigrí se debería entregar sin problemas al propietario que lo solicite.
 





martes, 19 de marzo de 2019

Intrusismo en la crianza canina



    Cuando hablamos de crianza canina siempre nos afanamos en añadir el adjetivo responsable, pero.... qué nos diferencia de aquellos que solamente se inmiscuyen en este noble arte con un único fin crematístico y alejado de todo principio basado en el bienestar de los perros ?

    En esencia todo tipo de crianza se podría catalogar de crianza comercial, dado que se define así a cualquier tipo de relación en la que la entrega de un cachorro está sujeta a una contraprestación económica. Y ello independientemente de que el criador se defina como familiar, sin afán de lucro, que aluda al amor a la raza, etc

    Sin duda nos diferencia de aquellos que practican el intrusismo con un tipo de cría indiscriminada  el hecho de que el criador indiscriminado no tiene como criterios de producción  la salvaguarda de las características deseables de tipo morfológico, de salud y psicológico de los cachorros y por supuesto está más cercana a la cría ilegal qué es aquella que  cumple con ningún tipo de obligaciones legales vigentes, ya sea en materia sanitaria, de bienestar animal, fiscal u otras.

    Es la cría indiscriminada, independientemente de su condición comercial, la principal responsable de la existencia de perros enfermos, problemáticos, dueños frustrados y en última instancia del abandono animal. 

    Solamente espera obtener una remuneración por la venta de sus cachorros, al margen de  de su condición legal y del beneficio o pérdida que obtenga de esta actividad. Este es sin duda el máximo exponente popular de la mala práctica en materia de producción y comercialización de mascotas , aunque  desgraciadamente veremos que no es el único.

     Es el tipo de criador que hace caso omiso de los criterios de cría que garantizan la viabilidad sanitaria, morfológica y conductual de sus cachorros. No realiza las pruebas de salud propias de la raza de sus progenitores, a los que escoge por motivos de conveniencia económica (precio, proximidad geográfica, etc.). Entiende la cría como fecundación, almacenamiento de los cachorros, y posterior venta.

     No presta atención tampoco a las necesidades de socialización de los cachorros independientemente de sociabilidad o insociabilidad propia de la raza. Apenas mantiene contacto con la camada, bien porque ni se lo plantea o bien porque le conviene entender que durante la etapa de cachorro a este le corresponde básicamente estar con la madre. La edad de entrega de los cachorros se elige en función del ahorro de costes.

     La rentabilidad de este tipo de  explotación se obtiene mediante una elevada rotación de camadas, disponibilidad de varios reproductores y repetición de progenitores en los cruces. También a través de la disminución de costes en alimentación, pruebas y cuidados veterinarios, infraestructuras y tiempo. Puede ofrecer una distinta gama de precios en función de si se desea un cachorro con los papeles en regla o si este aspecto resulta indiferente. Los progenitores no llevan la vida propia de una mascota, no estando integrados en la familia.

Como apuntabamos, desgraciadamente aun existe un tipo o mejor llamemósle subtipo de criador indiscriminado que es el propietario de las granjas de cachorros, tradicionalmente asociadas con países del este pero que también están presentes en nuestro país. No obstante el elevado número de producción propio de estas granjas no son un requisito indispensable para formar parte de esta categoría. En ocasiones el tamaño de esas explotaciones puede ser pequeño pero el fundamento es el mismo; la explotacion sin limites de los reproductores con un unico objetivo; el máximo beneficio económico en el plazo de tiempo mas corto.

A este degradado tipo de explotación colaboran los intermediarios que finalmente colocan ese producto en tiendas de dudosa reputación con ese mismo objetivo de obtención de beneficio inmediato.

Sin embargo no queremos finalizar sin apuntar un factor determinante sin el cual todo este entramado no tendría sentido; se trata del consumidor final de esa cria indiscriminada e intrusista.

El comprador de cría indiscriminada probablemente no tenga conocimientos ni criterios técnicos o éticos para evaluar la calidad y orígenes del criador, así como su modo de acción . Se autoexplica la gran diferencia de precios en función de tópicos sobre la marca, el pedigree (al que considera una herramienta de marketing, una forma de snobismo y no una prueba de la trazabilidad del cachorro) y la diferencia de precio con un criador de dedicación completa a una sola raza, sea éste por pasión o por dedicación profesional ( como su modus vivendi ).

La ignorancia del comprador y la busqueda del factor precio como elemento primordial de elección encuentran un estupendo caldo de cultivo en el criador indiscriminado, que a su vez y gracias a un sistema productivo de costes a la baja, parece garantizar un trato más ajustado en lo económico, cuando en realidad sus márgenes comerciales son mayores. En el mejor de los casos se conforma con obtener un cachorro con pedigree asumiendo que este documento garantiza la salud del perro y la seriedad del criador. Si bien el acento en la crítica suele ponerse en el lado de la oferta, la supervivencia de las malas prácticas depende de la existencia de demanda. Mientras esta exista, cualquier deseo de compra será satisfecho.


domingo, 10 de febrero de 2019

El valor de las hembras en la crianza canina


Es habitual recibir mensajes o llamadas en las que nos preguntan si tenemos cachorros y cuando podrían estar disponibles . Nuestra respuesta suele acomodarse a la pregunta , sin embargo creo que deberíamos tomarnos un tiempo de reflexión y buscar una respuesta que vaya más allà y sea capaz de transmitir qué y cómo lo sentimos .
Para disponer de cachorros previamente hay un proceso largo en el tiempo por supuesto en nuestro caso y seguramente en el de la gran mayoría de persones que compaten esta maravillosa pasión de la crianza canina.
Qué nos permite disponer de cachorros?
La respuesta a simple vista es sencilla. Tenemos hembras para criar, las madres de todos esos cachorros tan deseados.
En nuestra casa vivimos con hembras de cría seleccionadas ya sea a través de un estudio de sus pedigrees o nacidas de cruces perfectamente planificadas con el objeto de obtener de dichos cruces el mejor resultado posible.
Ellas son criadas con todos los cuidados a nuestro alcance, realizando previamente a su inclusión en el programa de crianza una serie de pruebas médicas, tanto morfológicas como genéticas, para que descarten en la medida que dichas pruebas tienen su importància futuros problemes en los cachorros que nacerán en casa. Además procuramos para todos nuestros ejemplares un entorno familiar absolutamente socializado tanto con humanos como con otros perros.
Con estas premisas y después de lo que debe ser un aspecto fundamental; conocer a las madres empezareis a querer a los futuros cachorros antes incluso de que hayan nacido.
Porque esta aseveración?
Entendemos a la hembra como la piedra angular, sin la cual indiscutiblemente un buen proyecto correcto de cria no tendria ni sentido ni futuro.
Deberemos ser extremadamente autocríticos con nuestro trabajo si queremos ser fieles al famoso dicho tan manido de “mantener o mejorar la raza” no dejándonos llevar por artificios que solo cubran el expediente y podamos lucir temporalmente con determinados ejemplares sino esforzarnos para que todo nuestro plantel cumpla con la excelencia que se nos debería exigir.
Para ello y para sentar una buena base de partida deberemos empezar la andadura tratando de adquirir los máximos conocimientos de la raza en todos los sentidos; a saber:
Estandar de la misma. En el se nos indican los mínimos exigibles para un correcto trabajo con la raza.
Estudio de las lineas de sangre y los pedigrees de los ejemplares que tomamos como referencia y llegado este punto es muy aconsejable dejarse orientar por aquellos criadores que tengan más años de experiencia para conocer aquellos que puedan ser mas relevantes.
Como es evidente todo pedigree tendra puntos positivos y negativos y en el aspecto fenotípico de los ejemplares de determinada línea; observaremos aspectos como las camadas de una hembra, cantidad de cachorros, prevalencia de machos o hembras en cada camada, si ha habido descendientes que hayan destacado a su vez como reproductores, etc.
Y como no solo de teoría vive el hombre para certificar todo lo expuesto anteriormente debermos hacer un nuevo esfuerzo y tratar de conocer de primera mano el tipo de ejemplar que queremos que será la base solida de nuestro futuro proyecto.
Para ello contamos con dos opciones; una, y tal vez la más productiva en este sentido será acercarnos a las exposiciones caninas puesto que en ellas podremos ver muchos ejemplares y contrastar algunas características apuntadas ya que en su mayor parte los ejemplares que acuden a estos eventos son perros que cumplen con el estándar morfológico y también con otro factor de suma importancia como es el carácter, puesto que de ellos se espera que tengan un comportamiento correcto rodeados de estímulos que en muchas ocasiones no son los habituales de un entorno familiar.
La otra y sin duda también acertada, aunque puede resultar más complicada  será acudir a los criaderos en origen de aquellas lineas apetecidas y ver que ejemplares tienen , como viven y con que machos han cruzado para ver las jovenes generaciones, etc
Una vez hemos decidido dar el paso llega el momento de hacernos con la primera hembra o hembras para nuestro ilusionante proyecto. 
Sin embargo no todo será un camino de rosas y probablemente para demostrar el verdadero amor por la raza  en alguna ocasion nos veremos obligados a tomar decisiones duras como por ejemplo excluir de los programas de cría a ejemplares que, a priori, puedan parecer estéticamente más llamativas pero qué después de uno o dos cruces y por razones de estricto control de calidad, no ofrezcan el resultado que esperamos.
Si de una buena madre nace una hija que seleccionamos para nuestro criadero y vemos que la hija nos ofrece un resultado de mayor calidad , podremos dejar de utilizar a la madre sin necesidad de cubrir expedientes en numero de camadas fijadas por estandares de clubs o de normativas , o viceversa... si la o las hijas de una hembra de alto nivel no mejoran dicho nivel debemos tomar la decisión más apropiada para mantener en el  futuro la mejor calidad posible.
Y por supuesto, hablar solo de hembras no significa quitar valor a la aportación de los machos sino todo lo contrario.
Si la base de un criadero son las hembras y tienen que ser buenas o excelentes , para garantizar la solidez de dicho programa de cría, los machos deberán ser excepcionales.
Así pues, dedicarnos a acumular machos que no puedan ser aprovechados a tal nivel por el propio criador resulta inútil ya que tampoco van a poder ser ofrecidos a otros criadores.
Hoy en día y gracias a las mejoras y facilidades en el transporte disfrutamos de la posibilidad de contar con esos exclusivos machos a pesar de tener que invertir esfuerzos en desplazamientos, a la postre sobradamente compensados por su aportación e incluso utilizar los avances en materia de reproducción como la inseminación ya sea a traves de semen refrigerado, congelado, etc.
El mayor objetivo posible cuando tomamos la decisión de criar será la de disfrutar de este proyecto de vida tantos cuantos más años podamos y para ello se necesitan grandes dosis de pacienca y capacidad de autocrítica y estudio para el mantenimiento y mejora de nuestro trabajo.
Como apuntamos anteriormente será sin duda muy interesante contar con los sabios consejos de los criadores mas refutados y veteranos que han demostrado a lo largo de años una trayectoria intachable y sus consejos seran bien recibidos porque estamos convencidos que es una forma importante de mejorar nuestras prestaciones.
Y del mismo modo si llega el momento que nos pudiésemos encontrar en esa disposición aportar a quienes se inicien con verdadera pasion y dedicacion las mismas oportunidades que nosotros recibimos en su día.
Con todo ese bagaje adquirido de conocimientos y tomadas las decisiones de con que ejemplares iniciar la andadura también tendremos en cuenta otro aspecto de vital importancia para el equilibrio de nuestro proyecto.

Cuando empezaremos a criar ?

            En España existe una normativa de la Real Sociedad Canina de España, afiliada a la Federación Cinológia Internacional que indica que las edades para criar comprenderán entre el año y los 9 años de edad.
Cierto que también en muchas razas existen Clubs que pueden determinar algunas modificaciones pero no suelen ser sustanciales; sin embargo creo que hay que tener en cuenta un factor determinante y capital y no es otro que calcular la edad óptima en función de la madurez física y psicològica de cada hembra.
Dicho esto se podría fijar una edad adecuada para iniciar la crianza, sin embargo dependerá de cada una de las hembras en función de su madurez psicológia , la cual hará que unos ejemplares pudiesen criar antes y otros debiesen hacerlo despues de una edad considerada como promedio de inicio de la crianza.
Otro punto de vital importancia será decidir cuantas veces vamos a criar; cuantas camadas planificaremos para cada hembra?
No hay una norma fija o legal establecida, aquí los estándares no indican nada y será función de los criadores o los estamentos ( Clubs de raza ) qué, en base a códigos éticos desarrollados para preservar ante todo la salud y bienestar de nuestros ejemplares,  indicarán llegado el momento la cantidad de camadas que les vayamos a realizar. Y para este apartado también dependerá de la cantidad de cachorros obtenidos en cada camada.
Si queremos tener cachorros vigorosos y que crezcan sin problemas lo ideal es utilizar para la labor hembras sanas, suficientemente maduras y en su mejor momento.
Salvo en circunstancias muy excepcionales, no es recomendable cruzar a una perra en celos consecutivos y, de hacerlo, nunca en más de dos ocasiones seguidas. Las perras necesitan unos meses para recuperarse física y psicológicamente de un parto y un proceso de cría que las habrá tenido al menos seis semanas a tiempo completo amamantando y como mínimo hasta las ocho semanas con sus cachorros. En cuanto al número total de camadas a criar por una hembra, aquí se plantea, de nuevo, un dilema entre la ética y las necesidades del criador.
Lo habitual en los Clubs de Raza es que, si se regula este término, se establezca un número de , entre 4 y 5 camadas para la vida de una perra. Si hemos esperado para la primera a, por ejemplo, los 2 años de edad y descansamos un celo entre camadas, o, en el caso de hembras que además compartan la vida de cria con la presencia en eventos como las exposiciones caninas u otra especialidad de competición más de un celo entre camada y camada , la última camada se produciría entre los 6 o 7 años, con lo que aún seguiría siendo suficientemente fuerte y sana (en general) pero ya tendría que ir pensando en dejarlo.
También un aspecto más a contar para saber si el resultado del primer cruce con una hembra ha dado los frutos deseados y llegado el momento tomar la decisión también apuntada al inicio del escrito respecto de la retirada más temprana si no logra cubrir los objetivos de calidad.
Saber si podremos volver a cruzar con el mismo macho obligará a esperar un tiempo prudencial  puesto que es complicado saber, por supuesto en las primeras semanas y posiblemente los primeros meses si el desarrollo de los cachorros satisface dicho deseo adquirido en el momento de tomar la decisión de ese cruce.
La crianza canina bien entendida y mejor desarrollada se ha definido en multitud de ocasiones como un arte por parte de aquellos que, durante décadas, han aportado sus conocimientos y su experiencia manteniendo los valores y respetando las reglas de oro de todo criador .
Lo único importante y no por repetirlo las veces que sea necesario pierde valor es proteger a nuestro mayor tesoro, nuestras hembras y velar por su salud e integridad física y psicológica
En todo momento nos debe guiar la prudencia y la reflexión ante cada decisión, por supuesto sin dejar ni un ápice de la pasión y determinación que tomamos el día que decidimos dar este paso de dedicarnos a criar una raza , amándola por encima de toda cuestión material y ego personal  y por encima de todo saber crecer a cada momento y disfrutar de ese privilegio que sin duda es compartir la vida con estos maravillosos seres que son nuestros perros.