Estoy
convencido de que no voy a ser nada original, tampoco lo pretendo; sin embargo,
no es menos cierto que iniciar un escrito con este titular conlleva
implícitamente una serie de postulados, de convicciones y de acciones que
tienen en el devenir del tiempo unas consecuencias que quedan plasmadas a lo
largo de todo el proceso.
La crianza
canina se ha venido desarrollando a lo largo de la historia de la domesticación
de los animales, con el fin de producir ejemplares con unas características
definidas que pudiesen cumplir con unas funcionalidades específicas, por
ejemplo, en el trabajo de pastoreo con los rebaños, en las tareas de protección
o de caza.
La cría
selectiva es un procedimiento que nos permite criar intencionalmente perros
seleccionados para producir y conservar algunas características físicas,
comportamientos, salud, capacidad y habilidades que permiten realizar tareas
específicas.
Durante
siglos, el ser humano ha utilizado la cría canina para mejorar las habilidades
propias de una raza para aprovechar las funcionalidades en la sociedad: perros
policía, perros de rescate, perros de detección, de asistencia a
discapacitados, perros guía para invidentes, etc. Cada raza es el resultado de
años de planificación y de un trabajo intenso a lo largo de los siglos.
Mantener
todo este legado esta en manos de criadores apasionados que trabajan en pro de
preservar todas las características intrínsecas de cada raza con un gran
esfuerzo en adquirir el máximo conocimiento de la cría.
La cría
profesional y responsable exige conocimientos complejos. Deben aprender conceptos sobre biología y reproducción canina y por supuesto conocer en profundidad la raza que cría. Deben
saber como cuidar y criar los perros para garantizar su salud y bienestar. La
nutrición, el desarrollo biológico y comportamental, así como las pruebas de
salud regulares tienen un papel esencial en todo este proceso.
Para los
criadores responsables, la cría es pasión, conocimiento y compromiso para trabajar
en pro de conservar y mantener la raza para el futuro gracias a un buen trabajo
de selección, no es un capricho temporal sino un trabajo de amor por
la raza elegida; un compromiso de responsabilidad ya que nuestras
decisiones al traer al mundo seres vivos van a incidir de forma absoluta en las vidas de
las familias de las que formarán parte.
La crianza
requiere mucho tiempo y grandes esfuerzos en todos los ámbitos, debe ser algo
que conmueva y que no se base en el interés pecuniario únicamente. Para
producir cachorros sanos y equilibrados se elegirán con esmero los
reproductores, haciendo las debidas pruebas médicas, tanto genéticas como morfológicas y ofreciendo a los
cachorros un entorno apropiado para que disfruten de una socialización y
cuidados adecuados.
Que
diferencia la cría realizada con ética y responsabilidad de la cría
indiscriminada??
Un criador
responsable trabajara para la mejora y conservación de la raza y un criador sin
escrúpulos ve la cría como una fuente de ingresos ignorando las necesidades de
los perros y todo ello se traduce en numerosos problemas de salud, bienestar y
comportamiento. No se va a negar que el criador responsable obtendrá un
justiprecio por su trabajo y dedicación para compensar todos los costes de
mantener sus ejemplares en perfectas condiciones de salud y bienestar. En un porcentaje muy elevado, la crianza no será su única fuente de ingresos.
Un criador
responsable no vende un perro, sino que entrega un compañero para muchos años a
una familia que previamente ha podido contrastar su compromiso para dotar del
mejor entorno para el cachorro y darle una vida confortable.
Adquirir un
cachorro en un criador responsable implicara sin duda una espera larga o muy
larga en el tiempo ya que tiende a criar un número limitado de camadas por año.
Un criador responsable siempre estará dispuesto a facilitar a las futuras
familias toda la información necesaria de la raza que cría, estará dispuesto a contestar
cualquier pregunta y dar todo el apoyo previo y posterior a la entrega del
cachorro; sea en temas de nutrición, vacunaciones, socialización, etc y estará
dispuesto a permitir que las familias conozcan a los ejemplares que convivan
con él y la interacción de estos con los cachorros nacidos en su casa.
Un criador
responsable entregara un contrato con todas las garantías que por ley se le
exigen y que, por ética y responsabilidad no rehuirá ya que con ello confirma
su compromiso de, llegado el caso, recuperar al cachorro si no pudiese ser
cuidado debidamente para procurar un nuevo hogar donde pueda ser acogido con
todas las condiciones de bienestar necesarias.
Un criador
responsable registrara todos sus ejemplares en una Sociedad Canina para
certificar su pedigrí. Ese documento certifica que el perro es de pura raza,
constará en él toda la información que lo identifica como único, como numero de
microchip o tatuaje, resultados de pruebas de salud, ADN, etc Es el árbol genealógico de varias generaciones de un trabajo realizado por varios criadores de forma concienzuda y responsable.
Por todo lo
expuesto en este escrito puedo afirmar qué, ni todas las horas de sueño
perdido, ni los años sin vacaciones, ni la renuncia a comodidades materiales
han hecho mella en nuestro sueño , nuestra pasión, llevada de una forma humilde y ante todo honesta ya que compartir
cada día con nuestros compañeros , jugando y riendo con ellos y en ocasiones
también llorando con y por ellos, demuestran que el día que decidimos
dedicarnos a la cría fue la decisión mas importante en nuestra ya dilatada
vida.
Solo añadir
que tal como he decidido titular el escrito, sentimos una enorme satisfacción y
un inmenso privilegio cuando nos llaman criadores.